viernes, 20 de diciembre de 2013

DIARIO DE CLASE DEL PRÁCTICUM (DECIMOSÉPTIMO DÍA DE CLASE)


DECIMOSÉPTIMO DÍA DE PRÁCTICAS EN EL CEIP FEDERICO GARCÍA LORCA (18/12/2013)

A primera hora vino mi tutor David Suncuza a vernos a nosotros y también a nuestras respectivas tutoras de prácticas. Como Ana iba a ser la primera en verle, un día antes le comentó a Alberto si iba a poder echarme una mano con la clase, ya que yo legalmente no me podía quedar solo. Así que mientras ella hablaba con David, Alberto y yo estuvimos impartiendo la clase.

Le invité a Alberto si quería preguntarles conmigo el tema de la energía, ya que en los dos últimos días no habían podido hacer un repaso general del tema (por los ensayos y posterior función del poema y la obra de teatro de religión que habían tenido que representar).

Así que mientras Alberto les estuvo preguntando, yo de forma simultanea estuve mandándole tarea y corrigiéndosela después a "I" y a "I G". Antes de finalizar la clase, vino Ana, la cual me estuvo contando cosas que habían hablado David y ella sobre mí y mi paso por el colegio.

A segunda hora, Raquel y yo fuimos a la sala de profesores a hablar también con David y explicarnos un poco sobre cómo nos habíamos sentido con las prácticas, qué tal nos habían acogido las tutoras e incluso estuvimos dándole pinceladas un poco por encima a los trabajos que íbamos a tener que presentarle a él el día 15 de enero.

A tercera hora, la clase estuvo pintando unas postales que iban a dar a sus padres para el día de navidad. Esas postales llevaban como una cenefa impresa y también unas velas al margen derecho de la cartulina. La forma de pintarla y dibujarla era libre, así que estuvieron poniéndole color por todos los sitios y otros en cambio, emplearon la purpurina con lápices para decorarlas.

Después del recreo llegó el momento más temido para los alumnos, ya que iban a ser partícipes del examen que yo mismo había elaborado sobre el tema de la energía. Aquí iban a tener que ser capaces de plasmar de manera correcta todo lo que habían aprendido del tema conmigo. Así pues, si el resultado era bueno, yo podía darme con un canto en los dientes por la manera en la que había explicado, o por el contrario, si la nota era mala, quizá no me habría expresado con claridad a la hora de impartir el tema.

Mientras yo les iba repartiendo las distintas hojas del examen, les comenté que si querían podían preguntarme cosas acerca de cómo estaban redactadas las preguntas, pero que sin embargo, no iba a contestar a nada de los contenidos impartido en clase, claro está. Aparentemente el examen se dio con normalidad y salvo tres o cuatro veces, no tuve que llamar la atención en gran exceso...

A última hora, Leticia vino a buscarles porque iban a dar la última clase oficial de educación física antes de que les diesen las vacaciones, así mientras Ana y yo comentábamos cosas sobre la manera que iba a evaluar mi examen a los alumnos, así como cosas relacionadas con el día que acababa las prácticas.

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