Disculpadme si habéis visto que llevo sin escribir "ni se sabe", pero como buen amante del verano me propuse desconectar totalmente de todo (y cuando digo totalmente también estoy incluyendo al teléfono móvil je,je).
No ha sido un verano nada fácil para mí. Han pasado cosas que preferiría olvidar, pero bien es cierto que todo lo que ocurre son vivencias que están ahí y que a veces ni nosotros mismos tenemos potestad alguna para poder obviarlas ni evitarlas...
Todas las situaciones que han ocurrido este verano han ido desde niveles afectivos, hasta menos condicionantes para mi porvenir...
Una de las cosas que más me ha marcado este verano ha sido el fatídico asesinato de un vecino de mi barrio en las fiestas del mismo. Que caprichoso es el destino; de buenas a primeras sales a divertirte con tus amigos y ¡zas! te encuentras con dos puñaladas que atraviesan tu cuerpo sin apenas poder darte tiempo ni a hacer ni a decir nada...
Quizá sea por lo empático que soy (que ya he comentado en post anteriores) por lo que me haya afectado tantísimo (a parte de conocer a la familia del joven asesinado). Digamos que este suceso ha marcado mi verano, aunque bien es cierto que posteriormente conseguí desconectar valientemente de una manera poco temerosa.
Por otro lado, hay cosas que tú mismo te empiezas a dar cuenta de que con ciertas personas no volverán a ser las mismas de un año para otro. Por H o por B siempre hay zancadillas que esas mismas personas intentan ponerte para que no prosigas con tu andadura que hasta ahora estaba siendo exitosa. Pero un buen día, te levantas y decides que es mejor hacer oídos sordos y que lo mejor de todo es seguir adelante, pero añadiendo nuevos cambios a tu manera de pensar, de reaccionar, de llevar a cabo ciertas cosas, etc.,.
Lo bueno que tiene el ser humano, es que por mucho que cueste, siempre hay posibilidad de cambiar y de poder levantarse del suelo... Bien es cierto que mentiría si os dijera que tengo muchas ganas de ponerme en marcha nuevamente en mi andadura profesional, pero la verdad es que he intentando cambiarme a otro centro por el condicionante "Económico". Y no lo digo por la matrícula (que también joder pagarla) si no más bien por el dichoso transporte público que me supone un gasto más que extra que no me gustaría llevar a cabo...
Pero pensándolo detenidamente y gracias a los consejos de varios de mis profesores de este año pasado, se me ve una persona que suelo echar raíces tanto a nivel profesional como afectivo con la gente con la que suelo compartir espacio. Y aunque bien es cierto que "no te casas con la gente", siempre hay una minoría a la que has cogido más apego que al resto; pero no por eso das a entender que el resto te caiga mal, si no que es verídico que según van transcurriendo los días, el círculo se va estrechando y que tanto tú eres el encargado de elegir a la gente con la que más afinidad vas a tener en un futuro, como que ellos también te van a elegir a ti para formar ese círculo.
Lo que si me encantaría plasmar aquí, es que uno aprende de un año para otro muchísimas cosas ( y no hablo únicamente a nivel de materias) y a partir de esas vivencias, situaciones, hechos que te ocurren, actúas o no en base a lo que has vivido y has ido asimilando. Por eso tengo la certeza de que este año no volverá a ser como el que acabo de dejar; no sé si eso será bueno o malo aún, pero a nivel personal espero que sea lo más productivo posible. Ya veremos a nivel profesional si también lo es...je,je.
Solo deciros a todos los que me seguís que muchísimas gracias por hacerlo y que espero recién comience las clases nuevamente, pueda seguir dedicando unas líneas aquí.
Un abrazo y un beso para todos.
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